6 Pechugas de pollo, de 6 onzas cada una, sin hueso, sin piel, partidas a la mitad al través
Marinada
3 Cucharadas de jugo de limón
2 Cucharadas de salsa soya
3 Cucharadas de miel
2 Cucharadas de aceite vegetal
1 Diente de ajo, finamente picado
2 Cucharaditas de jengibre fresco, finamente picado
1 Pizca de pimienta cayena
1/2 Cucharadita de pimienta
1 Clara de huevo
Cubierta
4 Laminas de pasta filo, descongelada completamente en su empaque, no abrir hasta el momento de usar
5 Cucharadas de mantequilla derretida
1/2 Taza de semillas de ajonjolí, doradas
Instrucciones:
Hacer en las pechugas, con la punta del cuchillo, unas pocas incisiones diagonalmente
En un recipiente plástico, mezclar los ingredientes de la marinada
Conservar las pechugas en la marinada, tapadas y refrigeradas, de 2 a 4 horas mínimo, ojala desde la noche anterior
Precalentar el horno 450F/232C Engrasar una rejilla o lata para hornear
Desenrollar la pasta filo retirar una lamina, ponerla sobre la mesa de trabajo, mantener la pasta que no se esta trabajando cubierta con un lienzo húmedo, no mojado, para prevenir que la pasta se seque
Utilizando brocha, barnizar con mantequilla derretida, la primera lamina de pasta, regar encima un poco de semillas de ajonjolí, repetir con 2 laminas mas, poniendo una sobre la otra
Utilizando un cortador para pizzas, cortar la pila de laminas en 6 tiras iguales
Colocar una pechuga, en un extremo de una de las tiras de pasta filo, enrollar dejando expuestos los bordes
Cubrir los extremos del pollo con las semillas de ajonjolí
Colocar las pechugas sobre la lata engrasada con el empate de la pasta hacia abajo
Barnizar la pasta por encima, con mantequilla derretida